La gente habla de pesadillas en las que algo les oprime el pecho y cuando despiertan por falta de oxígeno, resulta que no hay nada. Por suerte cuando a mi me pasa eso de tener tan famosa pesadilla , consigo abrir los ojos y alcanzar a distinguir entre la oscuridad y la luz ambiente los ojos de buho de mi gata Morgana, y luego voy aprendiendo el resto de su contorno que es pelo y pelo y más pelo negro. Mientras esto sea así,seguiré teniendo mis pesadillas felizmente.
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