El puesto de flores (Darkabsinthe)

Miraba los coches desde su quietud en el kiosco de flores de la Alameda, su mirada se perdía en el asfalto,parecía estar muy lejos. Los colores se mezclaban arbitráriamente,jugaban con el ruido de los motores ,estridentes y fugaces. Ana guardaba las flores,limpiaba las hojas muertas y se arañaba con alguna espina de las rosas que nadie se llevaba, para que durasen un poco más ,para que parecieran hermosas... .por si alguien queria flores al amanecer.Echó la persiana , como hacia de costumbre,con su bolso de tela verde botella envejecido y desgastado a cuestas,otro día más,para ella,otro día menos. Cruzaba desde su puesto de flores hasta la parada de autobus,alli se sentaba,se fumaba un cigarro y sabia que aproximadamente, el autobus llegaría cuando ella lo hubiera consumido hasta la boquilla.Lo tenia todo calculado. .El amor de su vida provenia de las almohadillas de un gato que la esperaba todas las noches tras la puerta de su apartamento.Una habitación,cocina americana y cuarto de baño, ciento cincuenta euros al mes.